Jaguar Land Rover paraliza producción y ventas mundiales tras un ciberataque masivo
Joel Basanta
Jaguar Land Rover (JLR), uno de los mayores fabricantes de automóviles de lujo del mundo, ha visto gravemente interrumpidas su producción y ventas globales tras sufrir un ciberataque de gran impacto. La compañía, propiedad de Tata Motors, tomó la decisión de apagar y aislar sus sistemas informáticos a nivel internacional para minimizar el daño, sumándose así a la ola de ciberataques que está golpeando con fuerza a la industria automotriz y el sector retail británico en 2025.
¿Qué ha sucedido y cómo ha respondido JLR?
El incidente fue detectado a última hora del martes y provocó alertas de seguridad que llevaron a ejecutar el apagado preventivo de sistemas críticos, impactando fábricas en Reino Unido, China, Brasil, Eslovaquia y la red mundial de concesionarios y ventas online.
Trabajadores de plantas como Solihull (donde se producen Range Rover y Range Rover Sport) fueron enviados a casa y se han registrado importantes retrasos en ensamblaje, entregas y atención al cliente.
JLR ha comunicado que, hasta el momento, no hay pruebas de robo de datos de clientes o empleados.
La empresa colabora con expertos forenses, prevé una recuperación progresiva y una verificación exhaustiva antes de volver a operaciones —sin atreverse aún a dar una fecha para el restablecimiento completo.
¿Ransomware? Posibles responsables y contexto
Aunque JLR no ha confirmado públicamente el tipo de ataque, expertos y medios internacionales apuntan a un posible ransomware, siguiendo el modus operandi de bandas que han atacado recientemente a retailers y marcas de lujo en Reino Unido como Marks & Spencer y Harrods.
Entre los presuntos responsables se menciona a bandas como Scattered Spider o HELLCAT, conocidas por sus técnicas de doble extorsión, infiltración por phishing y compromiso de vulnerabilidades sin parches.
Impacto sectorial y lecciones para la ciberseguridad industrial
El ataque llega en un momento especialmente delicado para JLR: la compañía ya afrontaba retrasos en lanzamientos eléctricos y dificultades por aranceles internacionales.
Las cadenas de suministro y delivery han sufrido interrupciones críticas; cada hora de cierre en la industria automotriz puede suponer millones en pérdidas.
El incidente subraya la creciente tendencia de ataques a fabricantes y retailers de alto perfil: la sofisticación y cantidad de ataques ransomware-as-a-service es cada vez mayor, y ningún sector, por sólido que sea, está completamente a salvo.
Claves de prevención y recomendaciones
Segmentación de redes industriales y TI con protocolos estrictos, copia de seguridad offline y respuesta a incidentes bien entrenada.
Monitorización continua y simulacros ante escenarios de ransomware, phishing y fuga de datos.
Colaboración activa con proveedores, clientes y CERTs especializados para la respuesta rápida y recuperación.
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La crisis de Jaguar Land Rover es un nuevo aviso para el sector industrial mundial: digitalización y ciberseguridad deben ir de la mano. Solo empresas proactivas, bien formadas y con inversiones constantes en tecnología crítica serán capaces de minimizar los daños y mantener la confianza de clientes y partners en plena era digital.
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