El exastro de la NBA Shaquille O'Neal ha sido víctima de un insólito robo con componente tecnológico: su Range Rover personalizado, valorado en 180.000 dólares, fue sustraído tras un ciberataque dirigido a la empresa de transporte encargada de su traslado entre Georgia y Luisiana. El incidente pone nuevamente en el centro de atención la vulnerabilidad de los sistemas logísticos digitales y los riesgos asociados al transporte de bienes de lujo.

Cómo sucedió el robo: la clave estuvo en el hackeo

El vehículo, un Range Rover 2025 modificado especialmente para la altura de 2,16 metros de Shaq, fue recogido el lunes 20 de octubre por la empresa de transporte contratada por Effortless Motors, el concesionario responsable de las personalizaciones del todoterreno. El destino inicial era Luisiana, donde recibiría ajustes adicionales que elevarían su valor a cerca de 300.000 dólares. Sin embargo, el vehículo nunca llegó a su destino.​

Según las investigaciones, los ciberdelincuentes hackearon los sistemas internos de la empresa de transporte, accediendo a información crítica sobre recogidas, entregas y documentación logística. Con estos datos, los atacantes pudieron suplantar la identidad de la compañía de transporte legítima y presentarse ante el concesionario con credenciales falsas, logrando hacerse con el lujoso SUV.​

Ahmad Abdelrahman, dueño de Effortless Motors, explicó a Los Angeles Times que al contactar con la empresa de transporte FirstLine Trucking LLC para rastrear el vehículo, le informaron de que "su sistema había sido hackeado" y que nunca recibieron el pedido oficial, permitiendo a los atacantes interceptar el coche y desaparecer con él.

Investigación en curso y recompensa por información

La Oficina del Sheriff del condado de Lumpkin, en Georgia, confirmó que están investigando el caso como un robo con posible suplantación de identidad y acceso fraudulento a sistemas informáticos. Las autoridades sospechan que este incidente podría ser parte de una red criminal más amplia especializada en el robo de vehículos de lujo mediante técnicas de hackeo y manipulación digital.​

Effortless Motors ha ofrecido una recompensa de 10.000 dólares a quien proporcione información que conduzca a la recuperación del Range Rover negro de Shaq.

Un problema creciente: el robo de vehículos de lujo por ciberataques

Este caso no es aislado. En mayo de 2025, un Rolls Royce valorado en 300.000 dólares desapareció durante un envío desde el sur de Florida hasta Detroit, bajo circunstancias casi idénticas: los atacantes alteraron los datos de entrega y tomaron posesión del vehículo haciéndose pasar por la empresa de transporte.​

Estos incidentes evidencian un creciente problema de ciberseguridad en el sector logístico de vehículos de alta gama, donde los delincuentes explotan vulnerabilidades en sistemas de gestión de envíos, bases de datos y comunicaciones internas para ejecutar robos complejos y difíciles de rastrear.

La pasión de Shaq por los coches de lujo

Shaquille O'Neal es un conocido entusiasta del automovilismo, con una colección de más de 40 vehículos personalizados valorada en aproximadamente 4 millones de dólares. Entre sus joyas figuran un Ferrari 355 F1 Spider, un Bentley Azure, un Lamborghini Gallardo, un Vaydor 2018, y múltiples modelos modificados específicamente para adaptarse a su estatura y peso.​

Effortless Motors ha trabajado en varios de sus vehículos, incluyendo su Corvette Z06, su TRX 1500 Apocalypse y su Escalade IQ, estableciendo una relación comercial que ahora se ve empañada por este robo que Abdelrahman calificó como "una locura".

Lecciones y recomendaciones para el sector del transporte

Este incidente subraya la urgencia de reforzar la ciberseguridad en toda la cadena logística, especialmente cuando se manejan bienes de alto valor. Algunas medidas fundamentales incluyen:

  • Implementar autenticación multifactor y cifrado robusto en sistemas de gestión
  • Verificar identidades mediante protocolos adicionales antes de entregas de alto valor
  • Monitorizar accesos y detectar anomalías en tiempo real
  • Formar a empleados en la identificación de técnicas de ingeniería social y suplantación
  • Colaborar con autoridades y expertos en ciberseguridad ante cualquier indicio de compromiso

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