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Esta semana ha estado marcada por caídas globales de servicios esenciales, nuevas filtraciones vinculadas a entidades públicas y privadas, y avances inquietantes en el uso ofensivo de la inteligencia artificial. Los incidentes comparten un patrón común: la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas y la creciente exposición generada por proveedores externos y sistemas interconectados.
El panorama digital evoluciona rápido y obliga a reforzar las defensas con la misma velocidad.
Investigadores reportan el primer ataque documentado en el que la IA controló todo el ciclo ofensivo: reconocimiento, explotación, movimiento lateral y exfiltración sin intervención humana. Investigadores de Anthropic han revelado el ataque, presuntamente vinculado a China, utilizó la IA Claude para ejecutar entre el 80% y 90% del proceso ofensivo. Un precedente que redefine el riesgo y acelera la carrera armamentística digital.
Archivos internos de Iberia fueron publicados en foros clandestinos, incluyendo documentación corporativa y contenido operativo. La compañía investiga si se trata de una intrusión directa o una fuga a través de un partner tecnológico.
Una interrupción global en la red de Cloudflare provocó la caída simultánea de servicios críticos como X, ChatGPT, Discord, Twitch, GitHub, Shopify y múltiples plataformas gubernamentales y bancarias. La investigación apunta a un posible ataque DDoS a gran escala, evidenciando la dependencia mundial de infraestructuras web centralizadas y su impacto sistémico cuando fallan.
El actor ballistic asegura haber accedido a sistemas conectados al Ayuntamiento de Béjar gracias a un servidor gestionado por un tercero y presuntamente mal configurado. Alega haber obtenido documentos administrativos internos y acceso temporal a registros relacionados con datos policiales. El caso confirma una tendencia creciente: actores maliciosos explotan brechas en proveedores con menor nivel de seguridad para comprometer entidades públicas.
Salesforce detectó accesos no autorizados a datos internos de clientes a través de credenciales comprometidas relacionadas con aplicaciones OAuth de terceros. El incidente afectó información corporativa almacenada en entornos vinculados a API externas, aunque la compañía afirma que no hay indicios de manipulación directa en sus servidores centrales. Las aplicaciones afectadas han sido revocadas y los clientes implicados fueron notificados. El ataque resalta el riesgo creciente de accesos indirectos a través de integraciones externas. Salesforce continúa investigando el alcance final del incidente.
La combinación de filtraciones, interrupciones de servicios y ataques facilitados por IA dibuja un panorama donde defenderse ya no es opcional. Evaluar proveedores, aplicar segmentación, monitorizar y planificar contingencias son acciones imprescindibles.
Actúa hoy para no pagar el coste mañana.
